viernes, 9 de junio de 2017

LAS DONACIONES DE AMANCIO ORTEGA

Lo más debatido hoy en las redes sociales e informativos ha sido la noticia de que una de las personas más ricas del mundo, el gallego Amancio Ortega, fundador y propietario mayoritario de la multinacional INDITEX ("por 25 pesetas, dígannos empresas comerciales cuya matriz sea Inditex. Un, dos, tres, responda otra vez"), ha donado 320 millones a la Sanidad Pública para comprar equipos de radiodiagnóstico para combatir el cáncer.

Al instante empiezan las redes sociales a arder con todo tipo de comentarios, a favor y en contra. Y yo me postulo, de entrada, a favor, aunque haya gente en las redes que me ponga "a caldo" porque lo que ven aquí es simplemente una operación de marketing del sr. Ortega, empresario que, por otra parte, da trabajo a miles de familias en el área metropolitana de A Coruña.

Me indigna la inquina que muestran algunos en contra de esta medida. Y puede que tengan razón, desde luego hay argumentos que plantean con mucho tino. El principal es que la Sanidad pública debe financiarse con los impuestos de los contribuyentes y no con donaciones que probablemente tengan un cierto halo de "caridad", aparte de suponer un encumbramiento de la figura de Amancio Ortega. Por cierto, me gustaria recordar que este hombre siempre se caracterizó por su discreción en los medios de comunicación, yo creo que nunca lo vi en una entrevista y todo el mundo sabe en A Coruña y su entorno que lo que tiene se lo ha trabajado desde joven, llegando incluso a aparecer por alguna de sus tiendas en horario laboral y sin previo aviso para hablar con sus empleados y comentar incidencias del día a día. Básicamente, humildad.

El argumento principal en contra de su donación lo podéis leer aquí

Ahora pasemos a la parte práctica del asunto. Es cierto que las políticas neoliberales están desmantelando los servicios públicos en especial la Sanidad. Hace poco asistí a una charla de la Plataforma Pola Defensa da Sanidade Pública en la que sus ponentes expusieron claramente que nuestro sistema sanitario no les compensa a las grandes compañías porque no pueden sacar tajada. Y pusieron ejemplos de lo que cuesta, por ejemplo, una operación de apendicitis en España, en Estados Unidos o en Holanda. llegando a haber diferencias de 10 veces más el coste en EE. UU. También de cómo en los últimos años la visibilidad y publicidad de las empresas de seguros médicos privados es más evidente, amparadas por la campaña de aniquilación que el gobierno del Partido Popular lleva a cabo contra la Sanidad pública y que se centra en reducción de personal, cierre de camas en verano, listas de espera más largas, etc. Y es bastante creíble lo que los profesionales dicen, que no es cuestión de materiales, sino de que tienen unas jornadas de trabajo demoledoras, con reducciones de productos consumibles y con una externalización de servicios intolerable. La situación, desde luego, está mal porque ya se han encargado de ponerla mal quienes gobiernan desde hace unos años. Pero llega el sr. Ortega, hace esta donación y lo que estaba estancado o en deterioro, se renueva. Desde luego el momento es más que oportuno y probablemente él no lo haga simplemente por ser un buen filántropo, sino también porque sacará un beneficio de ello, no necesariamente económico, que también es posible.

Pero la consecuencia práctica es que si en un hospital hay una lista de espera de un mes porque solo funciona un aparato radiológico, con la instalación de otro más la reduciríamos a la mitad. Sé que este argumento es muy simplista, pero al enfermo que está en esa lista no creo que le importe el origen del aparato que le hace el diagnóstico, venga de D. Amancio o de nuestros impuestos. Y no le deseo ningún mal a nadie, pero me gustaría saber la reacción de los que tanto critican al empresario si se vieran en la tesitura de tener a un familiar, conocido o ellos mismos en esa lista de espera, ¿preguntarían si el equipo que les hace la prueba es de la donación de Amancio Ortega y, en caso de serlo como son tan coherentes, dirían que NO los diagnostiquen? Han llegado a acusarme de demagogo por defender la labor altruista del dueño de Zara, pero la cuestión es que si informatiza todo el colegio de Arteixo hace unos cuantos años ya, está mal hecho; si construye una residencia para la Fundación Padre Rubinos de acogida a transeúntes, también está mal hecho; si se instalan en la ciudad de A Coruña contenedores para donar ropa usada destinada a esta fundación, también es criticable; y si dona 320 millones para luchar contra el cáncer, más criticable aún.

Así pues, que cada uno saque sus consecuencias. Algunas asociaciones de profesionales médicos han hecho públicos escritos criticando esa donación, pero las redes se han llenado también de comentarios que en algunos casos ya son virales. Me quedo con el que os pongo aquí y por el momento solo me queda decir, GRACIAS, sr. ORTEGA.



2 comentarios:

  1. Me ha encantado el twit este!

    Amancio Ortega tiene mucha pasta, más de la que va a poder gastar en su vida. Si él decide invertir una parte en hacer una donación a la sanidad española, me parece estupendo. He leído críticas sobre cuan irrisoria es la cantidad en comparación a lo que el hombre tiene. Alguien le obliga a donar? Como si quiere donar UN EURO, bienvenido sea.

    En cuanto a aceptar o no el dinero, creo que la situación no está como para ponernos exquisitos y rechazarlo. Como tú dices, el paciente no va a preguntar de donde salen los aparatos....

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    1. Buenas,

      Efectivamente: el tweet refleja bien la situación.

      Creo que el personal saca lo peor de sí mismos con según qué cosas: si no hubiera donado nada, también habría gente que lo criticaría, dados sus medios.

      Desmantelar la sanidad pública española ("La joya de La Corona") es el objetivo que, gracias a la crisis, una serie de señores quiere llevar a cabo (se intentó en Madrid, pero aquello fue un Levantamiento donde profesionales médicos y población dijeron que nanai).

      A su vez, se mezclan temas: pagar impuestos es un deber cívico y, la gente que está en determinados niveles hace lo que puede para optimizar su carga impositiva (¿A qué mola el eufemismo?): me llama la atención que los mismos que critican estas cosas son los primeros en arreglar la cañería del baño, cuando se rompe, "sin factura".

      Pero a su vez, Zara Online está basada en Holanda para pagar menos impuestos (lógico, legal, pero quizás discutible: "optimización fiscal", niños y niñas).

      En fin: el personal ya no sabe qué hacer para quejarse: si donas, mal y, si no donas, pues también mal.

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